Inicié mi relación con la Fundación CIENTEC casi desde el principio de su existencia, luego de haber conocido a su fundadora en el Ministerio de Ciencia y Tecnología, en 1987. A lo largo de estos treinta años, mi participación ha sido como colaborador en el campo de la difusión de la Astronomía.
Con la Fundación he dado charlas y talleres, a niños de kinder hasta estudiantes universitarios, en instituciones públicas y privadas. He realizado actividades al aire libre, de día y de noche, mirando estrellas, eclipses y cometas; he tenido audiencias de una sola persona y también multitudes que no caben en el gimnasio, o en la plaza.
En las varias actividades que hemos organizado, he tenido cielos espectaculares, y momentos astronómicos irrepetibles, tanto por su temporalidad como por la posición geográfica de nuestro país, a pesar de lo poco extenso que es. Pero también he tenido cielos nublados profundos, y hasta aguaceros, ¡a veces justamente en el clímax del evento esperado! Pero esto no ha hecho mella en mis compañeros de CIENTEC, ni en mi persona; simplemente han sido retos superados, de los cuales nos sentimos muy satisfechos. Son aprendizajes valiosos para enfrentar de mejor manera el siguiente fenómeno astronómico.
Con binoculares y telescopios, he ayudado a miles de costarricenses a observar el Sol, la Luna, los planetas del Sistema Solar, nebulosas, galaxias y cúmulos de estrellas. Creo que muchos costarricenses y algunos centroamericanos –debido al alcance que permite la Internet-, han aprendido a apreciar el universo y han adquirido más conocimientos sobre astronomía que el que hubiesen alcanzado si CIENTEC no estuviese presente.
Me siento feliz de haber colaborado en la adaptación de los datos astronómicos para nuestra latitud, para que el Lunario anual se haya convertido en una herramienta de gran utilidad para un gran número de usuarios diversos.
CIENTEC me ha motivado a escribir para diferentes audiencias, lo cual ha sido muy estimulante, porque quien escribe primero debe estudiar y aprender para comunicar ciencia astronómica a mis lectores, siempre de una manera correcta, pero fácil de entender. De hecho mi primer blog, Astronomía 10° Norte, lo inicié el día primero de octubre de 2007, porque CIENTEC me estimuló a hacerlo y me proporcionó el sitio web para publicarlo. Ahora, 10 años después, tengo 5 blogs, en los cuales les escribo al menos una entrada al mes. La Fundación repite en su sitio web dos de ellos: el de Astronomía y el de Física.
Dos de las maneras en que la Fundación CIENTEC ha impactado en la sociedad costarricense, específicamente influyendo en los educadores, ha sido la celebración de los “Congresos de Ciencia” y los “Festivales de Matemática”. Esto se debe a su periodicidad (cada uno o dos años), junto con la calidad de quienes han participado como tutores, conferencistas y expositores, así como la pertinencia de la temática desarrollada por cada uno de ellos.
Pero también han sido exitosos por el público meta, que son los educadores. Ellos ejercen un efecto multiplicador puesto que interaccionan de manera directa con sus estudiantes, y de manera indirecta con compañeros educadores y personal administrativo de las instituciones educativas de nuestro país. Así, si ha habido una mejora en la calidad de la educación en Costa Rica, estoy seguro que en gran medida se ha debido a la actividad que desarrolla CIENTEC, ya que ni el Ministerio de Educación ni los gremios de educadores desarrollan este tipo de actividades académicas en forma consistente y prolongada durante años, como lo ha hecho CIENTEC.
¿Qué sigue? CIENTEC nació antes de la computadora personal, del video-beam, de la Internet, de las redes sociales y del libro digital. En cada uno de esos “brincos tecnológicos”, la Fundación ha sabido montarse y aprovechar de excelente manera las nuevas facilidades. Yo espero que siga de esa manera, manteniendo la calidad de los servicios que brinda, y manteniéndose a la par de la rueda del progreso, sin menospreciar al aspecto humano, como hasta ahora lo ha hecho.