El Sol nunca debe observarse directamente. La radiación directa quema pequeñas regiones de la retina permanentemente.
¿Cómo vemos? La radiación entra por la pupila, se enfoca e invierte por la córnea y el cristalino, para luego ser proyectada en la pantalla posterior del ojo: la retina. La retina, con sus conos y bastones transforma la imagen en impulsos eléctricos que van por el nervio óptico hasta el cerebro. Es allí —en el cerebro— donde finalmente se interpretan las imágenes provenientes de dos ojos y se reduce a una sola.
Si la radiación es muy intensa quema la retina, sin que produzca dolor inmediato y sin recuperación posterior. Esa región de la retina se ciega.
De manera natural, ante la intensidad lumínica, los ojos parpadean y cambian la dirección de la mirada. Este reflejo evita la observación directa del Sol. Este es un reflejo natural del cuerpo para protegerse de daños por intensidad de luz.
A menudo los niños pequeños juegan con lentes oscuros plásticos, que no ofrecen protección contra los rayos UVA y UVB y pueden dañarse los ojos con ellos. Al oscurecer el ambiente, los lentes provocan la dilatación del iris, paso que permite una mayor entrada de luz (radiación). La luz reflejada por la arena de la playa empeora la situación. Por ello siempre es importante verificar la protección de los lentes a estas dos tipos de onda y no exponerse al daño. Las indicaciones, hoy en día, se encuentran en calcomanías sobre los mismos productos. Revíselos bien antes de usarlos y verifique que ofrecen esta protección.
ECLIPSES SOLARES
Durante eclipses solares o atardeceres, el interés se dirige al Sol y los observadores se descuidan, prolongando su observación directa. Para apoyar el disfrute sano y la observación segura del sol, se enfatiza el uso de filtros solares certificados y la observación indirecta, por proyección y televisión.
Aun con filtros solares certificados, se debe observar durante 5 segundos y descansar unos 20 segundos.
Puede usar unos binoculares viejos para proyectar una pequeña imagen del Sol. Los oculares sufrirán calentamiento, por eso es recomendable hacerlo con lentes viejos o defectuosos.
Una manera segura de observar el eclipse solar es por proyección. Para hacerlo se puede usar una caja de cereal o de zapatos. Entre más grande sea la distancia entre el huequito y la pantalla (extremo opuesto de la caja) más grande resultará la imagen proyectada. Tome la caja y cubra todos los agujeros y ranuras que permitan la filtración de luz. Luego perfórele un huequito pequeño en un costado de la caja. Al ponerla en dirección del Sol, la imagen (de la fuente de luz) se proyecta en la pared contraria.
El Sol es la fuente de toda la energía en la Tierra. Su rango de emisión de ondas y partículas es muy extensa. Muchas penetran hasta la superficie de la Tierra y otras son filtradas o repelidas por las capas protectoras que permiten la vida: la magnetosfera y otras capas de la atmósfera.
La radiación es energía en tránsito. El espectro de radiación electromagnética está compuesta de campos eléctricos y magnéticos oscilantes que se propagan en el espacio y a través de la materia. La radiación es clasificada de acuerdo a sus propiedades de velocidad, frecuencia y longitud de onda (en nanómetros — nm = 10^-9m). Conjuntamente el espectro electromagnético incluye: frecuencia de radio (ondas de radio, televisión y microondas), luz infrarroja (no visible que produce calor), luz visible, ultravioleta (UV), radiaciones gama y rayos x.
ULTRAVIOLETA - Existen tres tipos:
La radiación ultravioleta es beneficiosa para la piel al convertir un tipo de esteroide en una forma de Vitamina D. Los efectos adversos a la radiación UV se presentan en reacciones fotoquímicas más que en daños térmicos.
Eritema (enrojecimiento). Exposición excesiva a UVB y UVC varía la pigmentación de la piel y el grosor de las capas callosas de la córnea.
Sensibilización de la piel a la luz (fotosensibilización). Materiales en contacto con la piel o fármacos utilizados pueden hipersensibilizar la piel a la luz. Entre ellos: Clorpromazina, sulfanilamida, tetraciclinas, salicilatos, agentes anti-bacteriostáticos tales como hexaclorofeno, fungicidas y contraceptivos orales.
Querato Conjuntivitis aguda. Inflamación de la córnea y mucosas después de exposición excesiva a UVB y UVC. Conocido también como "ceguera de nieve" o "quemadura de soldador". Es muy dolorosa. Período latente de 4 -12 horas del momento de exposición. Inicia con una sensación de arena en los ojos, fotofobia, visión turbia, lacrimación y parpadeo excesivo y doloroso.
Efectos crónicos. Envejecimiento prematuro de la piel. La piel expuesta por muchos años a UVB se endurece, se torna oscura y arrugada.
Cáncer de piel. Ciertos tipos de cáncer son inducidos por la radiación UV, especialmente UVB.
UVB y UVC son absorbidos por el vidrio corriente, pero la UVA lo traspasa. Por eso, aunque en menor grado, la gente se puede broncear a través del vidrio, pero los beneficios de la Vitamina D requieren de la exposición directa. Por esta razón, se recomienda asolear a los niños pequeños y adultos mayores al sol directo.
Adicionalmente, es importante saber que los vidrios en vehículos automotores contienen revestimientos especiales que filtran la radiación. Al filtrarla protegen el acabado interior y la piel de los viajeros. Sin embargo, no todos los vidrios del vehículo ofrecen la misma protección.
Conos y Bastones: fotorreceptores situados en la retina. Los conos permiten percibir colores, pero no son tan sensibles como los bastones, que permiten visión en blanco y negro y con muy poca luz.
Córnea: La "ventana" frontal del ojo que cubre el iris y la pupila. Provee al ojo de la mayor parte de su poder óptico.
Cristalino: El lente biconvexo, transparente, que dirige los rayos de luz y los enfoca hacia la retina.
Fovea: Región en la retina que contiene la mayor concentración de conos y sirve para la observación aguda.
Iris: Membrana circular, diversamente coloreada, provista de un orifico en el centro, la pupila, y fibras musculares tipo diafragma.
Mácula: Una pequeña parte especializada central de la retina. La mácula es responsable de la visión aguda central.
Nervio Óptico: Lleva los impulsos nerviosos de la visión desde la retina hasta el cerebro.
Pupila: La abertura (negra) de tamaño variable en el centro del iris por donde entra la luz al ojo. La pupila cambia de tamaño en respuesta al nivel de luz ambiente y otros factores.
El reflejo de la pupila parece ser motivado por la estimulación mixta de conos y bastones. El diámetro horizontal de la pupila se encuentra entre 2 y 8 mm.
Retina: El recubrimiento posterior de dos tercios del ojo. Es la pantalla que recibe la imágenes y las convierte en impulsos eléctricos que son llevados por el Nervio Óptico hasta el cerebro.
Humor Acuoso: Masa gelatinosa que ocupa el espacio entre la córnea y el iris.
Humor Vítreo: Masa gelatinosa transparente y sin color que llena los dos tercios posteriores del interior del ojo, entre el lente y la retina.