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El sistema solar

Alejandra León Castellá, Fundación CIENTEC


Hace unos 4.500 millones de años existía una extensa nube de gases y de polvo en el espacio. Esta nube se empezó a contraer, girando cada vez más rápido sobre sí, formando un disco. En este proceso, atrajo gran cantidad de partículas y gases al centro y otras se mantuvieron más lejos, siempre con el mismo sentido del movimiento inicial.

La gran masa central se comprimió, aumentó de temperatura y presión y, finalmente, alcanzó generar reacciones termonucleares: se formó la estrella, nuestro Sol.

En los alrededores permanecían aún conglomerados de polvo y gas, que se aglutinaron y comprimieron para formar planetas, asteroides, satélites, cometas y otras pequeñas partículas. La fuerza de atracción mutua, los mantienen moviéndose sobre sus ejes y desplazándose en sus órbitas elípticas (en el caso de los planetas son casi circulares).

Nuestro sistema solar está compuesto por:

  1. el Sol, la estrella central,
  2. un conjunto de cuerpos que orbitan a su alrededor y
  3. el espacio interplanetario comprendido entre ellos.

El espacio interplanetario dentro del sistema solar contiene polvo (que ha escapado de cuerpos masivos y cometas) y plasma (expulsado por el Sol en el viento solar).

El límite exterior de nuestro Sistema Solar es donde las fuerzas que sostienen al sistema unido se topan con las fuerzas de otras estrellas. Esta región se denomina heliopausa y se encuentra a unas 100 Unidades Astronómicas (15.000 millones de kilómetros del Sol). Es el límite de la influencia de nuestra estrella.


La regla de la mano derecha (ver dibujo)

Si apunta con el pulgar de la mano derecha hacia el norte celeste, los otros dedos apuntan en el sentido del movimiento antihorario. Los planetas, la mayoría de los satélites y todos los asteroides se desplazan alrededor del Sol en esta dirección (vista desde encima del polo norte del Sol).


La eclíptica

La eclíptica es el plano aproximado del disco en el que giran los cuerpos. Algunos objetos tienen un mayor grado de inclinación respecto de este plano, como es el caso de Plutón (18°), al igual que una buena parte de los objetos del cinturón de Kuiper.


Para ser considerado un planeta

La nueva definición de la Unión Astronómica Internacional (agosto 2006) definió lo siguiente:

  • El objeto debe orbitar alrededor de una estrella.
  • Debe tener suficiente masa (cantidad de materia) y, por tanto, gravedad, para que su forma sea casi esférica.
  • Debe haber limpiado la vecindad de su órbita de otros objetos similares.

Entonces, los planetas son: Mercurio, Venus, Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno.

Planeta enano:

  • El objeto debe orbitar alrededor de una estrella.
  • Debe tener suficiente masa (cantidad de materia) y, por tanto, gravedad, para que su forma sea casi esférica.
  • Además, no ha despejado la vecindad de su órbita y no es un satélite.

Ceres, Plutón y Eris califican como planetas enanos.


Otras clasificaciones

Tambíen se podrían agrupar los objetos más grandes del sistema solar por sus similitudes. Entonces hablaríamos de cuatro planetas rocosos, cerca del Sol: Mercurio, Venus, Tierra y Marte.

Más afuera encontramos otros cuatro planetas gigantes y gaseosos (con núcleos seguramente sólidos): Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno. Luego están los objetos pequeños y congelados: Plutón y Eris, así como muchos más en la cinturón de Kuiper.

El descubrimiento de objetos seguirá

Con el desarrollo de mayores telescopios y mejores técnicas de observación, se seguirán identificando objetos en el cinturón de Kuiper.


Una bola de ligas: un modelo de masa y fuerza gravitacional

La construcción de una bola de ligas (hules) puede ser un buen modelo para entender las fuerzas – de gravedad- que moldean a los astros.

Cuando uno empieza la construcción se obtiene una forma irregular, conforme se van añadiendo ligas, se van tornando más y más esférica.

La gravedad es la fuerza de atracción mutua que experimentan dos partículas con masa. La fuerza ejercida es proporcional a la masa de la partícula. Entre más masa, más fuerza. De ahí que los cuerpos muy pequeños no sean esféricos; no tienen suficiente fuerza para moldearse.

La gravedad también es la fuerza con que la Tierra nos atrae hacia el suelo. Gracias a ella, no nos escapamos de la Tierra y si brincamos, volvemos a caer sobre su superficie. Es una de las cuatro fuerzas fundamentales observadas hasta el momento en la naturaleza y, entre ellas, es la de mayor alcance y menor intensidad.


Formación de una esfera

La mayoría de los asteroides conocidos se encuentran en una región entre Marte y Júpiter, denominada el cinturón de asteroides. Allí se encuentran millones de cuerpos, algunos diminutos, otros más grandes que giran sobre su eje y alrededor del Sol. Algunos tienen satélites. Se cree que es material que “sobró” de la formación del sistema solar, que no se aglutinó para formar un planeta.

En esta franja se encuentra Ceres de casi un mil kilómetros de diámetro, ahora clasificado como “Planeta enano” y con una forma bastante esférica.

Objetos más pequeños, de diámetros menores de 150 km, no han alcanzado suficiente masa para que la gravedad ejerza fuerzas que moldeen su forma en una esfera y son bastante irregulares.

La masa total de todos los asteroides del sistema solar es mucho menor que la masa de la Luna.


El tamaño no lo es todo

Si hacemos una fila en orden de tamaño con los satelites más grandes del sistema solar y algunos planetas y planetas enandos, notaremos que estos resultan mezclados entre sí. Mercurio es más pequeño que Titán (satélite de Saturno) y Ganimede (satélite de Júpiter).

Para clasificarlos, la diferencia entre los satélites más grandes y los planetas más pequeños es el objeto alrededor del que orbitan. Los planetas por definición giran alrededor de una estrella. Los satélistes, orbitan alrededor de un planeta, planeta enano o asteroide.


Grandes espacios vacíos

El universo es muy vasto y contiene grandes vacíos. Para mostrar el detalle de las superficies de los planetas en la portada, están colocado muy cerca, unos de otros.

Modelo a escala

Si la Tierra tuviera este tamaño, la Luna estaría a esta distancia (~30 diámetros terrestres) y tendria esta dimensión. (Haga clic en la imagen para verla grande)


Enlaces recomendados


Fuentes:

NASA, w3.cnice.mec.es, Wikipedia

José Alberto Villalobos Arce, José Francisco Trejos Trejos y Luz María Moya.


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página creada el 16 de marzo, 2007