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22 de Mayo del 2018

Hace unos meses, mi nieto de tres años –viendo una súper luna- me dijo: “El sol debe estar furioso”. Hoy, viendo a CIENTEC de 30 años brillar, yo pienso: “El paradigma dominante debe estar furioso”.

 

Recuerdo el nacimiento de CIENTEC. La he visto crecer, he compartido con satisfacción sus logros; me he contagiado de su energía, de su alegría y he aprendido de sus innovaciones. La he conocido rebelde. Habiendo disfrutado de su niñez y adolescencia, observo que a sus 30 años está madura y muy dispuesta a seguir aprendiendo para continuar compartiendo, estimulado y provocando. Espero que esta madurez le traiga serenidad, pero que siga siendo rebelde.

Aunque el paradigma dominante esté furioso, CIENTEC debe seguir siendo como es; como nació; como creció. Debe seguir inspirándonos a llevar miradas frescas, innovadoras y lúdicas a todos los espacios donde se gesta el conocimiento, porque se construye de manera colaborativa y mejor si es… ¡jugando!

El conocimiento debe ser compartido con otras personas que no son científicas ni matemáticas; debe ser divulgado de una manera que sea accesible a la mayor cantidad de personas, a pesar de que nada de eso le guste al paradigma dominante. Pero es que el conocimiento es un bien común de la humanidad; las ideas, los conceptos y los conocimientos que han llegado a nuestros días se crearon y se fundamentaron en ideas, conceptos y conocimientos de otras personas.

CIENTEC, la rebelde, ha demostrado que se puede aprender, haciendo y disfrutando: el paradigma dominante debe estar furioso, porque eso no es ‘serio’. CIENTEC, valientemente, demostró que se puede aprender fuera de las aulas; en medio de la naturaleza; en familia; de noche… ¿de noche?; con o sin libros; con materiales reciclables, baratos. Demostró que el conocimiento científico y matemático puede estar en manos de todas las personas. Para hacerlo, hay que ser valiente porque el paradigma dominante piensa que solamente se aprende dentro de las aulas y en horario lectivo. Y está furioso.

Y por si fuera poco CIENTEC adoptó, muy temprano en su vida, el potencial de las tecnologías digitales para llevar el conocimiento a todas las personas, más allá de la comunidad científica. ¡Ya sabrán cómo está el paradigma dominante, que piensa que las tecnologías digitales son un distractor! Y además, CIENTEC acercó la matemática a la familia para que dejáramos de temerle y aprendiéramos a verla y a disfrutarla en la vida cotidiana. La familia haciendo matemática, ¡habrase visto!

CIENTEC nos pone a pensar en la luna, en el sol y en los planetas y sus publicaciones son baratísimas o gratuitas. Eso no le gusta al paradigma dominante.

Y en esta sociedad patriarcal (que el paradigma dominante ha ayudado a mantener), CIENTEC rescata y promueve la historia de tantas mujeres que han dado aportes importantísimos al desarrollo de la ciencia y la matemática, y que el paradigma dominante tenía invisibilizadas. ¡Furioso, se puso!

Para peor de males, CIENTEC no es un centro jerarquizado burocrático, como le gusta al paradigma dominante. ¡Es una red! ¡Intangible! Como si fuera poco, es parte de redes de redes. Peligroso, desde la perspectiva del paradigma dominante, porque es más fácil contagiar de conocimiento científico y matemático a otras personas fuera de la comunidad científica.

¡Felices 30 años, CIENTEC! Te has convertido en una súper luna. ¡El paradigma dominante debe estar furioso!

Eleonora Badilla Saxe

Rectora Universidad Castro Carazo
San José, Costa Rica

Vínculo con Fundación CIENTEC: He acompañado y observado el desarrollo de Cientec desde su nacimiento hasta la fecha. He colaborado con algunos de sus eventos como expositora
Destaca a CIENTEC: Retadora del paradigma dominante
Lo que me ha gustado más de colaborar con CIENTEC: Mujeres en la Ciencia